sábado, 18 de agosto de 2007

Un antro en Bogotá





Parece ser, que este es un lugar legendario de esta ciudad: el bar Moritz.


El detalle es que hay que ser guapo para entrar. situado en pleno centro, nuestro amigo Camilo nos quiso mostrar este bar, de 90 años de antiguedad, de donde su abuelo fue habitué hasta hace muy poco....


Lo que no sabía el es lo harto deteriorado que está! Y los borrachos también están deteriorados!!!

Las botellas de acumulan por docenas en las mesas para garantizar la cuenta. Antiguamente el lugar era sólo para hombres, así que porque tener la delicadeza de tapar los mingitorios????

Uno puede ver tranquilamente como el borrachí habitué desaloja sus líquidos sin problemas.

Toda una experiencia bogotana!!!!

Pregunta: alguien sabe como girar acá las fotos????

No todo lo que brilla es oro -salvo en Colombia!-




Como verán, no hay mucho más que agregar. Las imagines son increíbles, del museo del oro. Un se cae de espaldas ante tanto esplendor!!!! Esta gente, usaba asi, como asi, narigueras de oro para todos los días. Y no la gente i`mportante, sino todos.

La primera imagen es parte de un ajuar funerario. Sobre es máscara iban otras.

La turquesa es una orejera. No del museo del oro, sino del museo Nacional. Es una muestra que está ahora, es Señor de Sipán. Esta gente era bárbara.... cuando se murió lo enterraron con sus 7 mujeres, de 22 años aprox. y las probrecitas no tuvieron otra que sacrificarse para acompañar a su querido maridito a la ultratumba. Y todavía nos quejamos de los derechos de las mujeres!!!!!
La ultima son parte de un collar. Son jaguares, que representan la masculinidad. Sus dientes con de caracol marino.
Bueno gente, como verán, esta gente tiraba oro al techo, no manteca como nosotros!!!
Otro datito: Colombia cuenta con 84 comunidades diferentes indígenas. Muchísimo para una país que nos es muy grande.
Otra, nada que ver. Me estoy yendo a Miraflores, a 6 horas de acá, así que hasta el martes no aparezco por este blog.
Besos a todos!

viernes, 17 de agosto de 2007

Delicias colombianas





Seguidores del blog, acá están viendo tanto gastronomía Bogotana, como paisa (de Medellín).
Las dos primeras fotos son de Bogota, y las segundas de Medallo.
Las dos primeras son los típicos carritos con frutas que debe haber por toda Colombia. Esa frutas que ven, aunque no lo crean son ciruelas. Estos carros son mi delicia, vendan unas ensaladas de mango, a la que le ponen san y limón, que son un manjar!
La tercera, es una bandeja paisa. Panza arriba queda uno con eso!!! (lo comí todo, aclaro).
Y la última, son puestos de fruta en Medellín. Las patas que ven atrás son las patas del metro.
Muy moderno el metro! Recorre toda la ciudad de lado a lado y se conecta con un telesférico -buenisímo!!!-

jueves, 16 de agosto de 2007

La catedral de Sal




De vuelta ya en Bogotá -para los que no saben, tengo un rebusque laboral desde la semana que viene acá- me reuní con mi amigo bogotano Camilo Peña y su amiga mejicana Viki. Y que faltaba ver? Imperdible, esta maravilla tallada dentro de una mina de sal. Son las estaciones del via crucis, que remata con una catedral de la Ostia (valga la rebundancia!), todita de sal. Lástima de los pésimo de la iluminación que podría mejorar increíblemente la percepción del lugar... Pero no deja de ser increíble, la escala del lugar, las dimensiones!

lunes, 13 de agosto de 2007

Flores, flores y más flores




Este fue el objetivo de mi visita a Medellín: el desfile No 50 de Silleteros!
El lema dice: si está un silletero, está Antioquia. Antuioquia es la provincia en donde está Medellín, y una de las características de esta región, es la producción de flores, entre las que se encuentra la fabulosa orquídea.
Los silleteros originalmente, nacieron hace muchisímo tiempo, calculo que con los aborígenes. En sus silletas llevaban hortalizas, verduras, flores, para poder intercambiarlas. En realidad esta es una suposición mía! Pero se que desde hace mucho, mucho se hace con los fines que ya conté.
Desde hace mucho que se comercializan flores en esas simples silletas que se muestran en alguna foto. Hoy por hoy las silletas son harto sofisticadas. Su peso es excesivo, de hecho yo estaba al principio del desfile y alguno ya no podían con la silleta. El orgullo de los silleteros se les nota en la cara, una mezcla de sufrimiento y de resplandor producido por tanta alegría.
Hay silleteros de 70, 80 años. Se los clasifica como los pioneros, y todos los aplausos se los llevan ellos, muy merecidamente. También están los chiquitos, recién iniciados pero no con menor orgullo.
Realmente tanta explosión de vida no se compara con otra cosa. No puedo describir lo que estar entre la gente en ese momento. Es que los paisa, (gente de medellin), saca a relucir el grandisimo amor que siente por su tierra. En medio del desfile un señor empeso a los gritos a cantar el himno (no se si el de Antioquia o el de Colombia!, pero eso pasó dos veces! Y la cantidad de cantos tipo cancha eran buenisimos, simples, pero llenos de alegría.

domingo, 12 de agosto de 2007

Un día inolvidable





No puedo pedirle a Colombia otro día tan perfecto.

Tres de la tarde me encuentro con Felipe Uribe, quien muy amablemente se ofreció a regalarme una tarde de tour. ¡Increible!

Partimos entonces a su Cenisario, un edificio hermoso donde se crema gente y se la deja en urnitas. Tener la explicación de cada detache, por el mismo Felipe, juro que no tubo precio. Pero esto, que para mi ya era increíble, fue sólo el comienzo.

Me pregunta: que te falta conocer? Y con un poco de vergüenza le digo: El orquidiario, pero queda en la otra punta de la ciudad.... Allá vamos!

Antes de llegar pasamos por un lateral de Felipe, el Parque de Los deseos, junto con el edificio de la casa de la música.

La ciudad era un caos. El parque estaba desbordado. Solo faltaba gente arriba de los árboles. Y Felipe no lo podía creer. Y yo tampoco. Tenía frente a mí la cara de un arq. emosionado por ver como la gente, multitud, disfrutaba su propia obra.

Llegamos al orquideario, obra que no es de él. Increíble ese lugar, magnífico! Al igual que la inigualable variedad de orquideas.

Luego, felipe desesperaba por ir Hacia la casa de la música a averiguar que es lo que pasaba. Era un hormiguero. Felipe Conoce a uno de los guardas y casi por obra de magia no lleva hacia la terraza del edificio. Era mágico. Medellín estaba vestida de fiesta. Es imborrable la imagen de esta ciudad de noche, y más desde las alturas.

El espectáculo no era trascendente, un programa de tv. Bajamos y vimos un ensayo de una banda. Eran chicos de los peores lugares de Medellin que ahora, gracias a ese edificio, tenían un lugar donde ensayar.

Felipe me decía: esto que ahora está lleno de gente, era imposible, una parte degradadísima de la ciudad. Quien dijo que con arq. no se hace trabajo social?

Después de bajar al vip, balcón abierto que mira hacia el planetario y que de usa como pantalla para proyectar pelis, nos fuimos huyendo de la gente que enloquecía.

Y así terminó mi día, comiendo una pizza, tomando cerveza con Felipe, en un lugar encantador en un barrio que era un encanto.